dimarts, 25 d’octubre del 2011

reflejos 1

A cada mirada olvidada
un suspiro perdido.
A cada palabra enterrada..
miento, yo nunca olvido.

Todo abrazo consumido.
Toda lágrima aliviada.
Por más que haya caído,
la recojía admirada.

Recuerdo sus esmeraldas,
reflejadas en ellas su alma.
Cubriendo mis espaldas,
recobraba ella mi calma.

Me respiraba, la respiro...
su voz era música a mis oídos.
Me amaba, la sigo amando...
mi vida son, y serán, sus latidos.

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